sábado, 13 de junio de 2009

Los niños ya no saben jugar


Si, en efecto. Los niños ya no saben jugar.

Fran, 10 años.

-Coge una colchoneta y juega a lo que quieras.
- Pero ¿cómo se juega?


Alejandro 8 años.

- A que quieres jugar.
- No lo sé.
- Puedes jugar a lo que quieras.
-¿Pero, a que juego?


María 12 años.

- Coge una pelota y juega a lo que quieras.
- ¿Con una pelota, y a que juego?



¿Desde cuándo sucede esto? ¿Cual fue el momento en el que los niños dejaron de saber usar su imaginación para hacer cosas nuevas y divertidas? ¿Que será lo próximo, que no sepan correr, saltar o sencillamente divertirse?

Yo mientras tanto, he decidido que después de terminar la carrera, voy a jugar un poco. Usar mi imaginación y pensar en dragones, unicornios y mundos imaginarios. Voy a ver si consigo llenar de creatividad la mente de mis niños y enseñarles que hay más cosas que la tele y los videojuegos. Voy a disfrutar un poco de mi mente y recorreré tierras lejanas en busca de tesoros.

¿Porque los educadores sociales tienen que buscar otros ámbitos de intervención no? El mundo de la imaginación será mi nuevo lugar para experimentar sobre la educación social.

Y mientras que hago esto, yo si jugare, y os invito a vosotros que dediquéis unas horas de vuestros días a jugar. Porque no solo los niños ya no saben cómo se juega, los adultos también lo tenemos un poco olvidado. Refrescar vuestras mentes y llenarlas de imaginación.

Por una vida llena de lugares fantásticos...

...Educadores Sociales...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A estas alturas es dificil jugar a aquello de imaginar o jugar en la calle.

Tal vez, tengamos que ser potenciadores de imaginación, y teniendo presentes en nosotros aquello de la creatividad

Llanetes dijo...

Yo me apunto a eso de viajar en busca de tesoros con la imaginación...

Monica dijo...

En fín... cada vez más "domesticados " sumisos" o como queráis llamarlo... Qué fue de la creatividad, autonomía, que deberiamos ir adquiriendo en el cole o a lo largo de mi vida.... Y pensar que con 8 años era cuando más imaginación tenía.
Como sigamos así vamos a tener que crear un robot que piense por y para los niños...
Un sludo! Mónica